Luis Miguel nos traslada esta comunicación:
He estado escuchando en las noticias y mirando en internet el tema de la intervención de Gonzalo Higuaín, en Chicago.
Es un tema que quiero comentar ya que a Aitana en España no le daban garantías y en el hospital de Boston sí. Lo que tiene bastante relación con el caso de Higuaín, salvando las distancias, naturalmente, ya que en el caso del futbolista no es su vida lo que está en juego.
Estoy de acuerdo con la actuación de Gonzalo Higuaín ya que si en España no ofrecen los mismos resultados que en Chicago, Estados Unidos, es normal que después de efectuar un tercer diagnóstico se desplace a Chicago donde le dan garantías de una más rápida recuperación. No soy quien para opinar por los médicos de Higuaín, pero está claro que si alguien que puede costearse un tratamiento muy costoso en EE.UU. decide trasladarse allí, para ahorrar unos meses de recuperación actúa correctamente.
El problema es que quienes no disponemos de ese dinero, PARA SALVAR LA VIDA DE UN HIJO/A, este sistema sanitario nos condena a la mendicidad. Somos muchas familias las que nos encontramos en esta situación y lo único que pedimos es que se nos dé la oportunidad de buscar una solución sin tener que recurrir a la caridad ajena.
Os quiero comunicar que la recuperación de Aitana es francamente favorable, tanto a nivel físico como anímico. Y sobre todo, que su inseparable amiga hasta ahora, la silla de paseo, ya no le hace falta para desplazarse. Eso es lo más importante.
Este tiempo he estado intentando hacer gestiones para organizar eventos y seguir luchando con y para Aitana, para así en cuanto el doctor Pedro del Nido nos confirme que podemos desplazarnos a Boston para poder someter a Aitana a su segunda intervención tener el dinero necesario para ello.
A nivel médico, no se puede jugar con las enfermedades de los pacientes. Si realmente en este país no tenemos solución ni garantías para determinadas patologías, que nos deriven a otros países y que no jueguen con las vidas humanas, puesto que la vida de un ser humano no tiene precio.
Esta familia, con el apoyo de familiares, amigos, vecinos y muchas personas anónimas, hemos llegado a donde ahora estamos. Aunque el camino que nos queda es muy largo, os puedo asegurar que no vamos a parar hasta que Aitana sea sometida con éxito a las dos operaciones que le quedan para su curación definitiva.
En Tarazona a 11 de enero de 2011.
Luis Miguel García García, padre de Aitana.