Reportaje publicado por el semanal XL (Revista semanal que acompaña a varios periódicos regionales) publicado el 24 de diciembre.
La difusión de esta revista se efectúa a nivel nacional.
Aitana necesita 400.000 euros para seguir viviendo. Padece una grave
enfermedad y su padre lo ha dejado todo para conseguir el dinero. Gracias a la
solidaridad y a toneladas de tapones de plástico se va acercando a su
objetivo.
Aitana quiere que le saquen una
fotografía en la Puerta del Sol. A sus 11 años, le cuesta respirar y se
cansa al caminar, pero hoy esboza una sonrisa espontánea ante la cámara. Su
padre, Luis Miguel García, aprecia el esfuerzo de sus labios. Más que nada
porque lleva toda una vida, la de su hija, entregado a devolverle la sonrisa. Y
sigue en ello. «Necesitamos 400.000 euros para pagar las dos operaciones que
necesita», detalla.
«Mi hija no tiene la vena principal que une el
corazón con los pulmones. Sufre una atresia pulmonar sin tronco con
colaterales. Nació así. Mantiene el riego con seis venas colaterales, pero es
insuficiente», explica.
Este hándicap ha marcado la infancia de la
niña. «Desde pequeña, al mínimo esfuerzo le faltaba oxígeno: al comer, al
gatear, al empezar a andar...». Luis Miguel y su esposa, Isabel Doiz, buscaron
sin descanso opciones y especialistas, hasta que en 2006 fue operada en el
hospital Doce de Octubre, en Madrid. «Le colocaron una válvula para ayudarla a
regar sus pulmones», recuerda su padre. Quince meses después sufrió dos
desfallecimientos; la válvula estaba taponada y hubo que dar marcha atrás.
Pasó el tiempo, la vida de Aitana prosiguió su fatigoso curso, y
el 22 de diciembre de 2009, fecha que su padre lleva esculpida en el cráneo, un
médico le dijo que no se podía hacer más. «El peor día de mi vida», subraya Luis
Miguel, un hombre que, al parecer, no conjuga el verbo `rendirse´. La
perseverancia pronto depositó en sus oídos el nombre del doctor Pedro del Nido,
cardiólogo del Children´s Hospital de Boston. Le escribió un e-mail y en 15
minutos le llegó la respuesta. «`Rescataremos las venas ciegas de sus pulmones y
le reconstruiremos las venas pulmonares´, eso me dijo». Traducción: Aitana
necesitaría tres operaciones, a razón de 200.000 euros cada una.
«Comencé a tocar puertas: Seguridad Social, Casa Real, Presidencia
del Gobierno, PP... Todos me rechazaron». Lejos de abatirse, Luis Miguel
siguió a lo suyo y con ayuda de artistas como Amaral, Rosa o Camela recaudó el
dinero para la primera operación.
En septiembre de 2010, «le
fabricaron las venas del pulmón derecho y desde entonces -cuenta Luis
Miguel- ha engordado más de cinco kilos, ha crecido 25 centímetros y puede
caminar más de dos metros sin cansarse como antes».
Sus progresos,
sin embargo, no acomodan a su padre. «Faltan dos operaciones, la del pulmón
izquierdo y otra para unir todas las venas y conectarlas al corazón», explica.
Hacerlas realidad es la obsesión del padre de Aitana.
La campaña
Tapones para Aitana arrancó en julio. «Es sencillo -cuenta-. Guardas tus
tapones de plástico y los llevas a una oficina de Seur; dices que son para
Aitana y ellos se encargan de todo. Recogemos cinco toneladas semanales, que
vendemos a una empresa de reciclaje. Andamos ya por los 90.000 euros. Más de
cinco millones de personas han donado tapones para Aitana», revela.
Luis Miguel, que también hace campaña en la web
unasonrisaparaaitana.blogspot.com, espera volver pronto a Boston. «No nos
dicen cuánto le queda de vida, pero sí que lo del pulmón izquierdo corre prisa».
Víctor Azevedo y Fernando
Goitia